Como
ventajas, el portfolio motiva y estimula a los estudiantes (Bennet y Hawkins,
1993) ya que se trata de un trabajo continuo y no aislado.
Además, al
contar desde el inicio con los criterios de evaluación, esto impide una
evaluación subjetiva o sin profundidad.
Cada
criterio debe encontrar concreción en cada bloque de contenido y deben ser
claros para los estudiantes en cada dimensión a decidir y «a partir de las
cuales se concretarán modelos diferentes del mismo instrumento» (Wolf y Dietz,
1998), se referirán a la autoría y la audiencia del portafolio (¿quién será
evaluado y quién evaluará?), los tipos de contenidos a desarrollar
(¿qué asignatura o conjunto de temas se evaluarán?, ¿qué objetivos y
competencias?, ¿qué valor se le dará a los conceptos, a los procedimientos y a
las actitudes?), la naturaleza de la estructura y su organización concreta
(¿qué tipo de portafolio se quiere, abierto, cerrado, formativo, sumativo?,
¿qué apartados tendrá?), los criterios de evaluación (¿cuándo sabré que un
alumno ha aprendido?)
Como
desventajas se debe tener presente su estado de cambio continuo y análisis de
su eficacia, la nueva modalidad tiende a desconcertar a los estudiantes poco
acostumbrados a su implementación y a docentes que lo utilizan por primera vez.
Para docentes y estudiantes es una práctica que insume tiempo y por lo tanto
requiere de una gestión y organización mucho más precisa.
Lo mismo
pasa con la extraordinaria cantidad de información disponible en la red, hecho
que necesita de la selección y clasificación de la misma. Necesita también del consenso
entre profesores de las asignaturas sobre criterios comunes y su forma de
evaluación.
Barberá
(1998) lista aspectos a tener en cuenta:
1. Delimitar
exactamente lo que se quiere valorar y evidenciar por parte de los alumnos y la
manera de hacerlo.
2. Orientar
al estudiante para evitar “imprevistos” y utilizar esta modalidad en más de una
asignatura y más de un profesor y, si es posible, que sea una opción para
alguna/s asignatura/s concreta/s.
3. El
profesor establecerá normas claras de elaboración y funcionamiento del
portafolios.
4. Los
materiales introducidos en las carpetas deberán corresponder al desarrollo de
diferentes capacidades.
5. Existe la
conveniencia de indicar a los alumnos que hagan la selección de una muestra o
dos cada semana para facilitar la decisión de las muestras finales.
6. Se
tendrán en cuenta diferentes procedimientos de evaluación en el mismo
portafolio.